Durante el invierno con frecuencia los termómetros llegan a registrar temperaturas bajas en la zona. Esto es algo a considerar si queremos garantizar la integridad de la piscina y como empresas de construcción de piscinas en Madrid, ya habitualmente las temperaturas descienden bajo cero todos los inviernos.  Si no tomamos unas mínimas precauciones, el agua puede congelarse y correremos el riesgo de que la presión ejercida por la dilatación del hielo termine agrietando las paredes de nuestra piscina. 

Una vez realizado el contrato con las empresas de construcción de piscinas en Madrid, el llenado de la misma y antes de cubrir la piscina con una lona adecuada, conviene bajar el nivel del agua unos diez centímetros por debajo de los surtidores de agua. Mantener este nivel de agua es una opción más recomendable para preservar la integridad estructural de la piscina que proceder a su vaciado completo. También deberemos limpiar con esmero la piscina retirando hojas e insectos, aspirar los depósitos y asegurarnos que nada obstruya los desagües.

Con el fin de minimizar el impacto de la presión del hielo contra las paredes, podemos colocar en la piscina una línea diagonal de flotadores de invernaje. Estos flotadores absorberán buena parte de la presión que ejerce el hielo al dilatarse evitando así que esta fuerza afecte a las paredes de la piscina. Muchos usuarios de piscinas simplemente prefieren colocar en el agua un par de neumáticos viejos, o unos tablones de madera largos, con el mismo fin de absorber la presión del hielo.

Asegúrate de colocar las válvulas, la bomba y el filtro en las posiciones indicadas por el fabricante para el invernaje de estos mecanismos.

Nuestra experiencia en la limpieza de piscinas de distintos materiales y diseños, nos ha demostrado lo importante que resulta seguir estos sencillos consejos si queremos disfrutar de nuestra nueva piscina durante muchos años.

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